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Emilio Alvarado y Peter Van Den Berg, fundadores de la empresa Power Paint Solutions.

Sin antecedentes dentro de la industria de acabados, hace seis años los jóvenes neoleoneses Emilio Alvarado y Peter Van Den Berg (de 32 y 33 años, respectivamente), decidieron juntar sus ahorros y abrir la empresa Power Paint Solutions. Formados como ingenieros (uno en ingeniería mecánica y el otro en ingeniería civil), ambos habían participado en distintos negocios, pero Van Den Berg convenció a Alvarado de que podían construir algo juntos.

“Peter y yo somos amigos de toda la vida. Este proyecto lo iniciamos en 2015, cuando a él se le ocurrió invitarme a esto de los acabados y ahí comenzó todo. Empezamos a hacer inversiones, a buscar clientes y a desarrollar el negocio”, recuerda Alvarado en entrevista con Products Finishing México.

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Para Van Den Berg, las señales eran claras, ya que “Monterrey es una de las ciudades más industriales de México. Vimos una oportunidad porque había pocos maquiladores de pintura electrostática en el estado y notamos que podíamos desarrollar una línea de pintura y también una con batch. Empezamos a crecer poco a poco y el mismo negocio nos fue pidiendo más: más maquinaria, más equipo… Cada año logramos reinvertir una parte de las utilidades para el crecimiento del negocio y, afortunadamente, seguimos creciendo”, comenta.

“Monterrey es una de las ciudades más industriales de México. Vimos una oportunidad porque había pocos maquiladores de pintura electrostática en el estado”.

En la actualidad, Power Paint Solutions atiende a clientes de Estados Unidos, Canadá, México, y muchas de las piezas que pinta se exportan a Norteamérica y a algunos países de Latinoamérica. Con pedidos provenientes de lugares tan diversos, estos empresarios calculan que su empresa ha crecido entre 30 y 40% en promedio al año durante el último trienio.

Muestras de piezas de tamaño medio procesadas en la planta de Power Paint Solutions. Fotos cortesía de la empresa.

El negocio cuenta con el apoyo de treinta colaboradores que trabajan turno (o turno y medio, si sube la demanda) en dos líneas de pintura: una estacionaria, que procesa alrededor de 400 metros cuadrados al día, y una línea continua, de 65 metros de longitud, en la que se procesan cerca de mil metros cuadrados diarios. Esta última cuenta con etapas de lavado, secado en horno, cabinas de pintura con recuperación de polvos, horno de curado y “cumple con todos los requisitos de las empresas grandes que tienen calidad de exportación”, según Van Den Berg.

Para garantizar sus estándares de calidad, la empresa está certificada en ISO 9901: 2015 y ha sido auditada con el estándar ASTM D3451.

Con esta infraestructura, la empresa ofrece a sus clientes cuatro servicios principales: aplicación de pintura con poliéster (que ofrece buena resistencia para piezas que están a la intemperie), pintura epóxica (con excelente resistencia mecánica y a la corrosión), híbrida (que mezcla las cualidades de las dos anteriores y se aplica principalmente en estanterías, electrodomésticos y juguetes), y poliuretano (ideal para acabados estéticos en aluminio y para electrodomésticos). Los acabados que la compañía realiza pueden ser lisos, martillados, corrugados, con textura fina o burda, metálicos y transparentes.

En un inicio fue el deporte

Entrevistar a estos empresarios me dejó la sensación de haber hablado con almas gemelas, de esas que pueden, incluso, leerse la mente. Como señaló Alvarado, él y su amigo se conocen “de toda la vida”, pero esa amistad llevaba varios años nutriéndose gracias a la afición de ambos por el deporte y las actividades al aire libre.

“A nosotros nos gusta mucho el deporte, la bicicleta de montaña y el ejercicio, que practicábamos mucho más. Antes de empezar con este negocio, Emilio daba clases de ciclismo y yo de wakeboard y de esquí acuático; juntábamos dinero y ahorrábamos, y eso nos ayudó para empezar a poner este negocio”, comenta Van Den Berg, quien agrega que esta disciplina “nos ayudó mucho para poder aplicarla en el sistema de negocios en el que estamos ahora, y a mantener la misma línea”.

Estos empresarios también habían incursionado en otros negocios y su formación los había familiarizado con los ambientes industriales. “Hemos tenido proyectos épicos fuera del tema de la pintura, proyectos muy interesantes y muy retadores. Creo que a nuestra corta edad nos ha tocado vivir cosas de las que nos sentimos muy orgullosos —dice Alvarado—. Créeme que nos hemos metido a muchos lugares sin miedo. Hemos sido muy echados para adelante, como dicen en el sur... Nos gustan los retos, no le decimos a nada que no y, como dice Peter, ‘estamos en las buenas y en las malas’, y gracias a Dios todo nos ha salido bien”.

“A nuestra corta edad nos ha tocado vivir cosas de las que nos sentimos muy orgullosos —dice Alvarado—. Créeme que nos hemos metido a muchos lugares sin miedo. Hemos sido muy echados para adelante, como dicen en el sur... Nos gustan los retos, no le decimos a nada que no”.

Además de su relación simbiótica, los empresarios han podido echar mano de la red de contactos que formaron antes de emprender. “No tenemos familiares en la industria, pero sí muchos amigos”, refiere Alvarado y agrega que eso les ayudó a abrir puertas al inicio, aunque después tuvieron que implementar distintas estrategias de ventas. “Fuimos un poco populares en la juventud y eso nos ayudó a darnos a conocer”.

Desde clips hasta chasises de camiones

Algo que ha caracterizado a Power Paint Solutions es su capacidad para atender a una variedad de clientes con necesidades igualmente distintas. “Hemos tenido clientes que traen desde rejillas para climatización, hasta puertas para cines, pero también mesas, sillas y piezas de equipos industriales”, comenta Van Den Berg.

El empresario explica que la gran ventaja de contar con un horno de secado tipo batch es que sus medidas permiten tratar piezas grandes y otras no tan grandes. “En este horno estacionario hemos metido desde los chasises de camiones hasta piezas chiquitas; tenemos esa versatilidad y, aparte del horno, disponemos de varios carritos o fixtures que diseñamos para poder darle servicio a casi a todo el mercado”.

El equipo de Power Paint Solutions en sus instalaciones localizadas en Monterrey, Nuevo León.

Esa gran variedad de piezas y clientes que la empresa han podido atraer “nos ha ayudado a darle un seguimiento adecuado al negocio. Esa es la versatilidad de este negocio y nos ha ayudado a salir adelante”, detalla Van Den Berg. Las posibilidades que ofrece el batch le ha permitido a la empresa aceptar trabajos con piezas muy distintas en tamaños y requerimiento. “A lo largo de la historia del negocio hemos tratado de darles servicio a piezas grandes y pequeñas. Como te decía, hemos pintado desde chasises de los camiones hasta clips chiquitos, piezas muy pequeñas como resortes, pero en gran volumen”, detalla.

Gracias a esta capacidad para cubrir los requerimientos de sus clientes, la compañía ha podido trabajar con industrias como la automotriz, de electrodomésticos, salud y energía, por mencionar algunas.

“Pintamos algunas piezas como el motor de los refrigeradores, pero también otras que van en la parte de adentro del refri. Tenemos unos clientes a los que les pintamos resortes, que van al ramo automotriz, y eso se va para Estados Unidos. Hay otro cliente que nos encarga gabinetes eléctricos para transformadores y también van para allá. A otro cliente canadiense le pintamos unos accesorios para féretros, accesorios que van afuera de los ataúdes”, dice el empresario.

Distintas fuentes de conocimiento

A la pregunta de cómo han resuelto los problemas técnicos que presenta una operación como la de Power Paint Solutions sin tener antecedentes dentro del ámbito de la pintura en polvo, estos empresarios responden que suelen resolver sus retos de una manera peculiar.

“Tenemos mucha noción por nuestras carreras y mucha experiencia por las industrias en las que hemos trabajado y hay muchas herramientas en internet”, dice Alvarado y añade que “antes y durante nuestro proceso de emprendimiento hemos estado en acerías, en empresas que hacen vidrio, en maquiladoras… Y me refiero a que ‘hemos estado’ porque hemos ido a vender y conocemos de los procesos; entonces, aunque no siempre tenemos la imagen completa, sí sabemos quién nos puede ayudar con los datos o checamos con nuestro historial de la carrera, o simplemente buscamos en internet”.

A estos recursos, Van Den Berg agrega el apoyo de asesores y técnicos que han contratado especialmente para hacer inspecciones en la empresa y de ahí retomar las observaciones para poder mejorar.

Muestras del trabajo de Power Paint Solutions.

Muestras del trabajo de Power Paint Solutions.

De igual forma, otra fuente de conocimiento está en los proveedores. “Nuestros proveedores nos han asesorado y nos mandan técnicos para poder establecer estándares de calidad en nuestros procesos. También vamos de la mano con ellos, porque tenemos que seguir al pie de la letra la aplicación de la pintura con ciertas normas o características de temperatura y velocidad. La ventaja de nuestra formación académica es que nos ayudó mucho a analizar los procesos y sobre eso estandarizamos y empezamos a generar nuestro libro para cada aspecto y etapa de la aplicación”.

Un plan a la medida de cada cliente

Consultados sobre la manera como desarrollan la relación con clientes que les traen proyectos tan variados y el reto que esto implica, Van Den Berg responde que cada cliente nuevo amerita un desarrollo y un plan de ataque específico, ya que su empresa no distingue entre clientes chicos y grandes. “Al final de cuentas, todos buscan calidad, y tienes que tomarlos a todos con la misma seriedad”.

El empresario relata que cuando hay un proyecto en puerta organizan una junta con el gerente de producción, el encargado de calidad y el gerente de la planta para analizar cada proyecto, cada pieza y cada cliente nuevo. En esas reuniones, los integrantes revisan una serie de detalles, “cuando hay una nueva pieza, hacemos un estudio para ver cómo va a ser el proceso, buscamos la eficiencia del acomodo, la velocidad de la cadena, la temperatura adecuada, el espesor del material y el área específica de desarrollo del material. A veces incluso tenemos que hacer un rack específico para acomodarlas, y todo se ve con producción y con gerencia para cotizar la pieza, hacer el proceso más productivo y darle al cliente un desarrollo con el mejor tratamiento… Es decir, a cada cliente le damos la misma seriedad”.

Pero aunque todos los que contratan sus servicios reciban las mismas atenciones, siempre hay proyectos que sobresalen por su complejidad o que le dejan a la empresa un aprendizaje especial. Por ejemplo, Alvarado dice que uno de los proyectos que los enorgullece es pintar para la empresa estadounidense Hubbell, que produce transformadores. “Nos escogieron dentro de un grupo de proveedores, y la calidad que nos exigen es altísima porque son productos que van directamente al sector energético”. Otro cliente al que también sumaron a su cartera con gusto fue Associated Spring, empresa norteamericana que provee componentes metálicos para la industria de manufactura.

Ofrecer al mercado acabados con calidad de exportación y enviar la producción a otros países es motivo de orgullo y motivación para estos jóvenes. “Ver que tu producto tiene calidad de exportación y está en Estados Unidos, en Canadá y en gran parte de México nos ha ayudado a sentirnos un poco más completos y orgullosos de nosotros mismos, y nos da también la certeza y la energía de seguir pintando, mejorando los procesos y buscando más clientes”, comenta Van Den Berg.

Las claves del crecimiento

Entre las claves del éxito que identifican estos empresarios hay rasgos de su carácter que, consideran, les han permitido madurar el negocio y ofrecer una mejor atención a sus clientes. Según Van der Berg, “algo que nos ha ayudado es nuestro carácter y tener paciencia, porque en este tipo de negocios se requiere mucha paciencia y tolerancia. Siempre hay que estar ahí, en los buenos y malos momentos. Hay muchos sacrificios que hacer y tienes que olvidarte un poco del orgullo para enfrentar los problemas y coexistir con el otro. Y eso también vale para el trato con los clientes, porque nos tocan clientes de todo tipo y cada uno es diferente”.

De acuerdo con este empresario, el ámbito de los acabados les ha ayudado a madurar rápidamente y a entender el mercado, pero eso ha sido posible porque han abordado el negocio con humildad. “El orgullo no te lleva a ningún lado. Tratamos de navegar siempre con humildad, de tener los pies en la tierra y ver cómo se puede salir adelante y mejorar los procesos poco a poco. Eso nos ha ayudado mucho, al igual que hacer sacrificios con las utilidades, porque esas se reinvierten para poder tener un crecimiento mayor, un poco más rápido y para obtener mejores resultados a largo plazo”.

Y la otra clave que explica el crecimiento acelerado de Power Paint Solutions es la decisión de sus dueños de reinvertir las ganancias para aumentar sus capacidades. “Es una filosofía que tenemos y no vemos cuándo vamos a terminar... La ventaja es que nuestras parejas lo entienden, y aunque Emilio está a punto de ser papá en un par de meses, sí nos ha ayudado mucho la edad, porque hemos tenido que hacer sacrificios. Muchas veces a uno se le antoja un viajecito, esto o lo otro, pero ahorita la prioridad es el crecimiento del negocio para en un futuro poderlo disfrutar con la familia”, refiere Alvarado.

A la pregunta de cómo les gustaría ver su empresa en el mediano plazo, Van Den Berg no duda en responder: “Creo que del triple de tamaño. Es un escenario bastante posible. También es un escenario optimista, pero la referencia que hemos tenido es que, como mínimo, en cinco u ocho años tiene que estar al triple de lo que está ahora”.

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