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Stephanie Hendrixson y Scott Francis

Francisco Bautista, de la firma de EY, indicó que la pandemia de COVID-19 provocó la escasez de semiconductores para la industria automotriz, lo que ha generado limitaciones en la cadena de suministro.
Crédito: Volkswagen

Francisco Bautista, Advanced Manufacturing & Mobility Leader de EY Latin America North, indicó que México es uno de los principales hubs de manufactura a nivel mundial. Agregó que, el 27% del PIB proviene de manufactura avanzada, cuya producción alcanza 90% de valor exportable y genera 4.3 millones de puestos de trabajo.

“Dada la relevancia de este sector, realizamos un análisis de las perspectivas, los retos y las oportunidades para la industria automotriz, que en 2022 enfrentará la escasez de semiconductores”, indicó.

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Refirió que, como consecuencia del actual entorno de incertidumbre, las empresas manufactureras establecidas en el país muestran una contracción en sus planes de inversión; sin embargo, dijo que, en 2021, la manufactura creció aproximadamente 16.3% en México.

“Nuestro país continúa ofreciendo ventajas competitivas como mano de obra y costos de producción competitivos, cercanía con Estados Unidos y Canadá, así como atractivos programas de exportación y el T-MEC”, indicó Bautista.

Sin embargo, añadió, existen riesgos como la alta dependencia de exportaciones con Estados Unidos, la falta de mano de obra calificada, así como la inflación del 7% que ha impactado la oferta y la demanda de la industria automotriz y generado presiones en la cadena de suministro por la escasez de microprocesadores.

“Este efecto se ve reflejado en el incremento del precio de los insumos y la mano de obra, la escasez de materias primas y el aumento en los costos de transportación”, explicó.

Por otro lado, comentó el especialista, el impacto en la demanda (ventas nacionales y exportaciones) se puede observar en el incremento del precio de los vehículos, el aumento en las tasas de interés y los créditos, además de los cambios en las preferencias de los consumidores, quienes comienzan a preferir vehículos híbridos o eléctricos.

Semiconductores: un freno de mano para las ventas

“La pandemia de COVID-19 provocó la escasez de semiconductores para la industria automotriz, lo que ha generado limitaciones en la cadena de suministro, incluyendo la paralización de la producción”, puntualizó Bautista.

Agregó que, este fenómeno tendrá consecuencias a corto, mediano y largo plazo. Por ejemplo, en el corto plazo, los fabricantes de automóviles de todo el mundo han detenido o ralentizado temporalmente la producción de vehículos.

Detalló que, en el mediano plazo, los operadores de la cadena de valor tendrán que emprender iniciativas para combatir el desequilibrio entre la oferta y la demanda.

“Y en el largo plazo se deberá considerar un suministro alternativo para los requerimientos de semiconductores, ya que el desequilibrio entre la oferta y la demanda, aunado a la situación geopolítica, se convierte en una preocupación para los principales mercados”, señaló Bautista.

Explicó que los fabricantes de automóviles tendrán que colaborar con las fundidoras para mejorar la visibilidad de la capacidad. Además, la industria automotriz deberá reevaluar su cadena de suministro, sus inventarios y sus capacidades internas para evitar una crisis similar en el futuro.

Finalmente, Bautista dijo que, en el caso del sector automotriz, algunas tendencias que presenta son una baja demanda, transformación digital y omnicanalidad enfocada a la experiencia digital.

Asimismo, agregó que, en cuanto a la manufactura, algunas de las tendencias incluyen modelos más resilientes en la cadena de suministro, manufactura sustentable, Industria 4.0 y falta de mano de obra.

“Por último, la disrupción en los patrones de consumo y las preferencias de los consumidores, el incremento en el uso de la tecnología, la caída en la inversión productiva privada y pública, marcarán las principales tendencias dentro de la industria automotriz este 2022”, indicó Bautista.

 

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