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“Si antes había oportunidad, hoy vemos posibilidades mucho mejores que en la década anterior”, afirma Xavier Hurtado. Foto: Archivo.

Cuando platicamos con Xavier Hurtado se estaba despidiendo de su puesto como director del Programa de Desarrollo de Proveedores de Industria Aeroespacial de FEMIA, la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial. Luego de cinco años y medio de apoyar a empresas mexicanas provenientes de diversos ámbitos industriales a integrarse a la cadena de valor aeroespacial, Hurtado seguirá su trabajo de la mano de empresas que busquen crecer y fortalecerse, pero en adelante lo hará a través de la firma Industry Sourcing LLC, dedicada a brindar servicios de consultoría y al desarrollo de proveedores para diversos sectores.

La conversación que tuvimos con este apasionado de la industria estuvo centrada en las múltiples oportunidades que se prevén para el segmento aeroespacial en México, así como las características que deben tener aquellas empresas que quieren aprovechar esas oportunidades de negocio.

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Una década de grandes oportunidades para la industria mexicana

Hurtado suele iniciar sus presentaciones para potenciales proveedores del sector aeroespacial con una explicación del sitio que ocupa México en el mercado global, y a raíz de la pandemia sus argumentos a favor del incremento de las capacidades nacionales se han vuelto mucho más poderosos. “Si antes había oportunidad, hoy vemos posibilidades mucho mejores que en la década anterior”, afirma.

Xavier Hurtado

Xavier Hurtado, consultor en Industry Sourcing LLC. Foto: Mauricio Pineda.

Esto se debe a que la disrupción global causada por la pandemia del COVID-19 generó una tendencia al nearshoring, lo que provocó que las multinacionales voltearan a ver a México para relocalizar sus operaciones. “Varios compradores que en 2017 o 2018 me decían: ‘No hay oportunidad en México porque toda la proveeduría la tenemos en Asia’, me llamaron en 2020, cuando estaba cerrada China, para que les mostrara el catálogo de proveedores de acá, y se lamentaban por no haber desarrollado un proveedor dual aquí”, refiere. Con los reflectores del mundo dirigidos hacia México, el experto prevé al menos “cuatro avenidas de crecimiento” para la industria nacional (en varios sectores, no solo el aeronáutico), que resumimos a continuación.

1. El efecto T-MEC

En 2020 entraron en vigor las reglas del renovado acuerdo de libre comercio de Norteamérica, el famoso T-MEC, que exigen un aumento de contenido regional, sobre todo en la industria automotriz, que deberá incrementar ese contenido regional de 62.5% a 75%. “Esto significa que todas las compras que se hacían a Europa o Asia se van a tener que hacer en el continente americano”, explica Hurtado, y si bien esta regla no aplica a aeroespacial, la lógica de las grandes empresas es que “vamos a seguir esa tendencia, de manera que los contratos con proveedores europeos y asiáticos tratarán de relocalizarlos en este lado del planeta”.

Algo más que impulsa la tendencia a la relocalización es que “numerosos proveedores son multisectoriales y venden tanto a automotriz como a aeroespacial, por lo que, si van a relocalizar una operación, mejor relocalizan todo. Si hablamos de cifras, nada más de puro efecto T-MEC estamos hablando de más de 30 mil millones de dólares con potencial de ser absorbidos por proveedores en América del Norte. La manufactura como la conocemos y donde la conocemos se tiene que mover de lugar”, detalla Hurtado.

2. Urgencia por desarrollar nuevos proveedores

Como se mencionó al inicio, los cambios en el escenario global han acelerado la relocalización de muchas operaciones industriales, lo que implica el desarrollo de proveedores nacionales que permitan habilitar las nuevas cadenas de valor. “Ahora hay esfuerzos para impedir que se repita lo sucedido durante la pandemia, y las empresas buscan desarrollar en México los proveedores que no desarrollaron antes”, dice Hurtado.

El experto considera que este momento puede ser aprovechado por las compañías nacionales que buscan ser proveedoras de clase mundial, ya que “el comprador está dispuesto a desarrollar al proveedor, pero solo si tenemos la actitud de dejarnos desarrollar”, señala. ¿Qué implica dejarse desarrollar?, le preguntamos. Responde que significa muchas cosas (entre ellas, evitar las 14 razones de rechazo que se detallan más adelante) pero, sobre todo, supone “dejarnos enseñar” y reconocer que hay muchas cosas que las empresas quizás no sepan, pero que pueden aprenderlas.

3. Escasez de mano de obra calificada en Estados Unidos

Esta avenida de oportunidad es el resultado de un fenómeno que pocos vieron venir, pero que será crítico para el futuro de muchas compañías norteamericanas. Según datos del gobierno de Estados Unidos, en enero de 2020 este país tenía una necesidad no cubierta de más de 500 mil técnicos e ingenieros.

La manufactura en nuestro vecino del norte genera más de 12 millones de empleos, pero más de 53% de sus profesionales tenían en 2020 una edad promedio de 55 años y esperan jubilarse al cumplir los 65.

“Hablamos de más de 6 millones de técnicos e ingenieros que se jubilan en esta década, y esa jubilación será cinco veces más grande que el total de empleos de automotriz en nuestro país”.

¿Quién va a fabricar todo lo que hacían estas personas —se pregunta Hurtado—. Hemos recorrido muchas operaciones en Estados Unidos y, en todas, la gente del piso de producción tiene el cabello blanco. Eso significa que ya se van y, si hacemos bien la tarea en México, vienen oportunidades muy interesantes”.

Piezas metálicas para la industria aeroespacial. Foto. Archivo

A decir del consultor, las empresas mexicanas están en una posición única para relevar a las estadounidenses. “Imagínate que logramos empatar a un proveedor mexicano con otro de Michigan que esté a punto de jubilarse, por ejemplo, y que puedan hacer un proceso de adquisición y relocalización de toda esa operación. Esto supone una transición con un programa de entrenamiento para transferir todo el know how que no está documentado, y la ventaja sería no solo traer ese conocimiento, sino que el comprador mexicano se quedaría con los contratos del proveedor de Michigan”, comenta.

Las empresas mexicanas hoy pueden adquirir empresas estadounidenses en condiciones excepcionales, afirma Hurtado, y es una excelente opción para quienes por ahora no están listos para entrar a aeroespacial, pero pueden acelerar su acceso con una adquisición. “Esta gama de oportunidades no existía”.

4. La recuperación aeroespacial

Si hubo una industria duramente golpeada por la pandemia, esa fue la aeroespacial, pero con el incremento en la vacunación la expectativa es retomar los proyectos pendientes, lo que se traduce en una gran demanda de aviones nuevos en los próximos 10 años. “Para 2025 hay una proyección de recuperación muy interesante, porque no hablamos de decrecimiento, sino al contrario”.

En 2021, la industria aeroespacial estimaba una recuperación de 15 a 30% para los siguientes 18 meses; como resultado, los compradores prevén hallar proveedores en México y, para ello, quieren conocer su estado actual. “Las compradoras quieren saber cuánto músculo y cuánta gente perdieron las empresas mexicanas, cómo está su nivel de endeudamiento, su salud financiera, y el punto más importante: ¿qué capacidad de reacción tienen para poder recibir de un 15 o un 30% de crecimiento?”, señala Hurtado, y apunta que las empresas que respondan positivamente a estos puntos estarán en condiciones de negociar. “Muchas veces los proveedores dicen que no hay oportunidades, pero veo muchas oportunidades para las empresas mexicanas”.

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