Nuestro principal reto es generarnos la oportunidad

Elissa Girón, administradora de servicio técnico de Helmut Fischer México. Foto: Cortesía.

Elissa Girón está acostumbrada a los retos y a convivir en ámbitos donde casi todos sus colegas son hombres. Nacida en Venezuela, esta ingeniera industrial, graduada en el Instituto Politécnico Santiago Mariño, extensión Porlamar, lleva dos años y medio colaborando dentro de Helmut Fischer México, actualmente como administradora de servicio técnico, donde se encarga de recibir y certificar los equipos de medición que distribuye esta firma, en particular los equipos portátiles. “Realizo la certificación estándar y certificación 17025, siendo esta última más precisa”, comenta.

La oportunidad de trabajar en esta área se le presentó después una amplia trayectoria en varias industrias y ambientes productivos. “Tengo alrededor de nueve años de experiencia en diversas áreas de la industria como agronomía, industria marítima, aeroespacial y de la construcción, así como en el comercio”, detalla.

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Para ella, trabajar en Helmut Fischer ha sido como una nueva escuela, por la cantidad de cosas que ha tenido que aprender en su nuevo papel. “Esta empresa me ha dado muchas oportunidades. La veo mucho como la universidad porque siempre ha estado enfocada en mantenernos al día y actualizarnos, en capacitarnos”.

Girón es la única mujer del departamento encargado de brindar servicio técnico al cliente. “Somos un equipo pequeño de cuatro personas y una servidora. Yo soy la única mujer, entonces soy la reina en un mundo de hombres”, comenta entre risas.

Su experiencia en este nuevo rol ha sido bastante positiva. “Me ha ido muy bien, la verdad. He aprendido mucho de mis compañeros y aunque sé que es un área donde las mujeres no somos muy habilidosas, por decirlo de algún modo, los aportes que te dan las personas con más experiencia, los consejos, son muy bien recibidos. A mí me han ayudado mucho. Respeto a mis compañeros como siento que me respetan y, sigo dispuesta a aprender y a seguir creciendo dentro de esta industria”, sostiene.

“Creo que el principal reto que asumí fue generarme la oportunidad de entrar y establecerme”.

Antes de este puesto, uno de los hitos que marcaron su carrera fue lograr una gerencia en el área de Seguridad y Salud Laboral. “Fue muy satisfactorio, porque ya tenía alrededor de cuatro años en el mundo laboral y no había logrado un cargo de tanta jerarquía, pero el hecho de haber llegado a sentarme en la misma mesa con personas mucho mayores que yo, fue un plus que me dijo: ‘Tú lo que te propongas, lo vas a lograr’. Y aquí estoy otra vez intentando hacer lo mismo”.

Elissa Girón revisando un equipo de inspección. Foto: Cortesía.

En esa ocasión, ella también era minoría en su departamento. “Mis compañeros eran alrededor de cinco hombres”, recuerda, y reflexiona que ahora en Helmut Fischer “es la segunda vez que logro entrar siendo la única mujer, y que logro mi meta de establecerme y decir: ‘Nosotras también podemos, también sabemos’”.

Desde que cursaba la universidad a esta profesional le quedó claro que estaba asumiendo un reto fuera de lo común al elegir ingeniería industrial, ámbito donde las mujeres son las recién llegadas. “Cuando decidí estudiar una carrera que es mayoritariamente manejada por hombres, creo que el principal reto que asumí fue generarme la oportunidad de entrar y establecerme. Después, yo diría que vino el reto de mantenerme y adaptarme al cambio”.

Ser emocionalmente fuerte

Si bien Girón reconoce que no ha sido fácil ganarse un lugar en espacios tradicionalmente dominados por hombres, hoy puede compartir la fórmula que la condujo a lograrlo. “Hay que ser fuerte emocionalmente para asumir las críticas, los logros y los fracasos, porque vamos a ser claras: vas a encontrarte en la industria con personas que van a creer en ti y otras que no tanto. Tal vez te van a juzgar por tu edad o por tu género, pero ahí entra el hacerse emocionalmente fuerte. Siempre he considerado que la clave de mi éxito —y se los digo a mis amigas y compañeras— es: menos limitaciones, más independencia”.

Girón con uno de sus colegas. Foto: Cortesía.

La visión de esta ingeniera es que las mujeres no deben autolimitarse y mantenerse firmes para lograr lo que se proponen. “A veces las limitaciones no las ponemos nosotras, pero somos capaces de hacer lo mismo que un hombre, lo mismo que una persona con cinco o nueve años de experiencia, pero necesitamos perseverancia. Debemos creernos capaces y siempre escuchar. Para lograr cualquier cosa en la vida hay que escuchar. No es un secreto que en la industria los hombres tienen más experiencia, pero tenemos que aprender y estar abiertas a esos aprendizajes”.

Además, advierte que las dificultades que hallarán las mujeres en el camino son ineludibles: “Va a haber situaciones en las que vas a decir: ‘Quién me mandó a meterme aquí. No puedo con esto’. O donde el mismo género de mujeres te va a criticar, pero hay que tener la fortaleza de decir: ‘Sí puedo y aquí estoy’”.

Como otras profesionales en la industria, Girón tuvo como modelo a seguir a otra mujer que conoció cuando era estudiante. “Tuve la suerte de conocer a una mujer que a sus 27 años ya tenía su propia empresa, se manejaba en el campo de los hombres, era enfocada y no le tenía miedo a nada porque estaba hecha para el reto. Ella me enseñó que, para lograr un objetivo, hay que persistir y prepararse, y hay que hallar la oportunidad. En su momento ella me la dio a mí, y yo siempre busco ayudar a mi género. Cuando he podido, he intentado ofrecer los consejos que me han servido, y posicionar a mujeres en cargos que yo considero pueden desarrollar muy bien”.

Por ello, recuerda que, cuando dejó su primer trabajo, le heredó ese puesto a otra mujer. “Le dije: ‘Tú eres capaz y tienes las herramientas para hacerlo. No tengas miedo de ser el 1% porque ese 1% puede hacer muy feliz a muchas personas’”.

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