Informe filtrado afirma que la Torre Eiffel se encuentra plagada de óxido

Torre Eiffel. Foto: Jebulon, tomada de Wikimedia Commons

En 1889, al completarse la construcción de la Torre Eiffel para la feria mundial de ese año, se esperaba que este monumento —conocido también como “la Dama de Hierro de París”—, se mantendría en pie durante 20 años para ser desmantelada posteriormente. Han pasado 133 años y la torre continúa en pie, gracias al mantenimiento diligente.

A pesar de ello, un informe confidencial que fue filtrado a la revista francesa Marianne sugiere que la Torre Eiffel se encuentra hoy en mal estado y llena de óxido en su interior. El informe afirma que la torre debería recibir una reparación completa, pero en cambio solo recibe una reparación cosmética para los Juegos Olímpicos de 2024 en París. Marianne reportó que un gerente anónimo de la torre dijo que “si Gustave Eiffel visitara el lugar, le daría un infarto”.

Con 324 metros de altura y 7,300 toneladas de peso, la Torre Eiffel cuenta también con remaches de aproximadamente 2.5 m. Fue construida con hierro fundido, el cual se inventó en Gran Bretaña durante la Revolución Industrial mediante un proceso que producía hierro forjado más puro y de alta calidad al eliminar el carbono del arrabio en el proceso de fusión. Antes de abrirla al público se le aplicaron cuatro manos de pintura roja con plomo, material que se encuentra prohibido hoy en día, pero que en ese tiempo se consideraba como el mejor agente anticorrosivo.

Gustave Eiffel había advertido que el mayor desafío para garantizar la longevidad de su construcción era poder identificar y detener la propagación del óxido, y en su momento sugirió pintarlo cada siete años. “La pintura es el ingrediente esencial para proteger una estructura metálica y el cuidado con el que se hace es la única garantía de su longevidad”, escribió. “Lo más importante es prevenir el inicio de la oxidación”.

Hoy la torre es objeto de un trabajo de repintura cotizado en 60 millones de euros, con miras a los Juegos Olímpicos de 2024. Esta sería la vigésima vez que se repinta el monumento. En un inicio se propuso que un tercio de la torre se desmontaría para luego aplicar dos capas nuevas, pero el retraso en los trabajos provocados por el Covid y la presencia de niveles preocupantes de plomo en la pintura vieja ha dado como resultado que solo se trate el 5% de la estructura.

Los expertos del informe filtrado señalan que el trabajo actual es meramente cosmético y que el resultado final será “lamentable”. Afirman también que la torre debe ser completamente desmontada, reparada y repintada, ya que pintar sobre pintura vieja solo empeorará la corrosión.