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México, pieza clave en la economía de Norteamérica

México, Estados Unidos y Canadá buscan ratificar el nuevo tratado comercial (T-MEC), entre mayo y junio de este año. De concretarse, el acuerdo podría entrar en vigor en 2020.

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Los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá trabajan para lograr la ratificación del nuevo tratado comercial (T-MEC), entre mayo y junio de este año. De concretarse la ratificación del renovado acuerdo, éste podría entrar en vigor en 2020.

Si bien las fechas para la aprobación del tratado pueden variar, “los que tienen calendarios políticos inminentes son Estados Unidos y Canadá y se están poniendo las pilas para que salga antes del medio año”, dijo en marzo Jesús Seade, subsecretario para América del Norte en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

La ratificación del acuerdo comercial para Norteamérica revive la reflexión sobre la importancia que tiene para México participar en una de las economías más dinámicas del mundo, lo que ofrecemos como ventajas competitivas, y las diversas ventajas que ha tenido el acuerdo para el crecimiento del país.

En este punto, me vienen a la mente las palabras del Embajador de Canadá en México, Pierre Alarie, quien en octubre del año pasado decía que Canadá, México y Estados Unidos han creado “la plataforma económica con mejor desempeño del mundo”, y subrayaba que había que fortalecer la idea misma de Norteamérica y el intercambio comercial entre nuestros países.

“No hay que pensar que somos chicos: 25% de todo el negocio mundial sale de Norteamérica, con apenas 7% de la población mundial. Somos buenos, somos importantes y vamos a seguir siendo muy importantes”, dijo enfático Alarie en un evento organizado por la Cámara de Comercio del Canadá en México (Camcham) en Querétaro.

Luego de ese discurso, varios empresarios mexicanos y canadienses hablaron de cómo, junto con sus equipos, han impulsado proyectos conjuntos en áreas especializadas de manufactura, como en el caso de Bombardier Recreational Products (BRP), cuya planta en Querétaro alberga a más de 50% de los empleados de esta empresa y es hoy “el gran jugador en la familia BRP”, según Mario Gebetshuber, director de Producción de la compañía.

Y así como con PRB, muchas otras empresas de los Estados Unidos y Canadá han realizado, junto con profesionales mexicanos, proyectos manufactureros complejos durante más de dos décadas y media, lo que ha beneficiado a las economías de los tres países.

Como señalaba hace dos años un documento del Wilson Institute de Washington: “Los Estados Unidos y México ya no simplemente se venden productos terminados entre sí. En su lugar, construyen cosas juntas, utilizando un sistema regional de producción manufacturera compuesto por cadenas de suministro que cruzan la frontera de Estados Unidos y México. Esto permite a los dos países combinar efectivamente sus ventajas comparativas individuales en un sistema regional altamente competitivo, mejorando la capacidad de Norteamérica para competir en el escenario global”.

Entre las ventajas competitivas que México ha puesto sobre la mesa están una ubicación geográfica privilegiada, por hallarse cerca de mercados de alta demanda, pero también una mano de obra calificada con más de 115,000 ingenieros que se gradúan anualmente. Y precisamente esa mano de obra “abierta y siempre dispuesta aprender”, como decía un empresario extranjero, ha jugado un papel crucial al elevar la confianza en las inversiones en México, lo que se confirma cada vez que una gran empresa decide establecerse o ampliar sus inversiones en México.

Con ánimo de seguir fortaleciendo esa mano de obra, para este número de Products Finishing México hemos preparado un texto especial centrado en los recubrimientos con deposición física de vapor (PVD, en inglés), que se usan en la elaboración de dispositivos médicos, así como siete Clínicas elaboradas por expertos que buscan resolver problemas de recubrimiento en polvo, líquido, limpieza y pruebas.

También este número incluye dos entrevistas especiales: una con David Omar González Sierra, nuevo presidente de la Asociación Mexicana de Industriales de Acabados Superficiales (AMAS), y otra con Manuel Álvarez Bermejillo, fundador de Galvanizadora de Occidente, una de las empresas con más años en la industria de acabados mexicana. Esperamos que estos textos aporten conocimiento a sus labores cotidianas.

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