Una plática con Fernando Guerrero, ingeniero de proceso en ASSA ABLOY

Fernando Guerrero nació en un pequeño pueblo llamado Juventino Rosas, cerca de Celaya, Guanajuato. De los 13 a los 19 años vivió con sus padres en Estados Unidos, donde aprendió el valor de ganarse el sustento con el sudor de la frente. Más tarde estudió Ingeniería Química en la Universidad de Guanajuato y comenzó su carrera en los acabados con Sarrelmex, para después ir a colaborar con ASSA ABLOY, empresa a la que considera “el Ferrari de las cerraduras”. Hablamos con él y esto nos compartió.

PFM: ¿Cómo se inició en la industria de acabados?

FG: Cuando terminé la carrera de Ingeniería Química me dediqué a dar clases de diseño 3D, pero no era lo mío. Me puse a buscar trabajo y encontré un anuncio de MacDermid Enthone; en la entrevista me comentaron que se relacionaba con la industria de la galvanoplastia, que había posibilidades de capacitarse en el extranjero y eso me llamó la atención. El ingeniero Covarrubias me entrevistó y me invitó a trabajar para una empresa francesa. Me enviaron a Portugal tres meses, después estuve poco más de un año en Sarrelmex y luego me invitaron a trabajar en ASSA ABLOY.

PFM: ¿Cuál fue su primer trabajo y qué aprendió de él?

FG: Mi primer trabajo fue como albañil en una empresa de construcción de Estados Unidos donde mi papá es jefe de grupo. Él me enseñó a trabajar duro desde joven y a no darme por vencido. Trabajar en recubrimientos implica presión y saber manejar situaciones difíciles; recordar lo pesado que es trabajar en construcción me hace apreciar mi empleo.

PFM: ¿Cuál es el mejor consejo que le han dado?

FG: Nunca se me ha olvidado el consejo que dio mi abuelita. Ella siempre decía que “la gente acomedida dondequiera cabe”, y creo que eso me ha puesto donde estoy.

PFM: ¿Qué le gusta más de su trabajo?

FG: Disfruto mucho el trabajo en equipo, es más fácil resolver los problemas con el apoyo y respaldo de tus compañeros. Creo que tenemos un buen ambiente laboral.

PFM: ¿Qué rasgos de liderazgo le han ayudado a lo largo de su vida?

FG: La humildad y ser autocrítico. Constantemente me evalúo y entiendo que es difícil porque muchas veces nuestro ego no deja ver cómo somos en realidad. No obstante, procuro escuchar lo que me dice la gente, tanto los muchachos que tengo a mi cargo como mis superiores.

PFM: ¿La mejor manera para seguir siendo competitivo?

FG: Actualizándote, porque el mundo de los recubrimientos siempre tiene cosas nuevas. Conozco personas que, con más de treinta años de experiencia, siguen aprendiendo, y si en su momento se hubieran mantenido solo con lo que sabían no habrían podido llegar tan lejos.

PFM: ¿Qué organización o compañía, aparte de la suya, admira más?

FG: No sé si sea mi orgullo como trabajador de ASSA ABLOY, pero creo que estoy en la mejor empresa. Me gustaría en un futuro trabajar para el mismo corporativo en el extranjero, pero ahora estoy muy contento con los retos, la capacitación y las oportunidades de crecimiento.

PFM: Si pudiera intercambiar trabajos con alguien algún día, ¿con quién lo haría?

FG: Con algún señor que coseche flores en el campo. En mi pueblo, gran parte de la economía es la agricultura. Me gusta estar cerca del campo, con las plantas y los animales.

PFM: ¿El lugar favorito donde haya vivido?

FG: Viví en Carolina del Norte siete años, durante la secundaria y la preparatoria. Es uno de los lugares donde he estado más cómodo. Hay mucha naturaleza y no es difícil encontrar un río limpio, con agua cristalina. Los paisajes son espectaculares, en el mismo estado puedes encontrar bosque, pantano, montañas y playa.

Libro favorito: La meta, de Eliyahu M. Goldratt

Película favorita: El gran hotel Budapest

La música que escucha: música clásica y rock de los noventa

Familia: esposa y tres gatos