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Nanofibras podrían imitar las patas de gecko o el pelo del oso polar

Una técnica que imita las matrices de nanofibras biológicas puede hacer que las moléculas similares a cadenas se conviertan en nanoestructuras 3D.

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Una nueva técnica que imita las matrices de nanofibras biológicas puede hacer que las moléculas similares a cadenas se conviertan en nanoestructuras 3D. 

Inspirados por las extraordinarias características del pelaje de oso polar, las hojas de loto y los pies de gecko, los investigadores de ingeniería han desarrollado una nueva forma de crear matrices de nanofibras que podrían aportarnos recubrimientos pegajosos, repelentes, aislantes o emisores de luz, entre otras posibilidades. 

Investigadores del departamento de ingeniería química de la Universidad de Michigan, así como la Universidad de Wisconsin-Madison (con apoyo de la Oficina de Investigación del Ejército de los Estados Unidos), hicieron el descubrimiento mientras experimentaban con moléculas parecidas a cadenas (polímeros) sobre cristales líquidos. Según la universidad, estaban tratando de hacer sensores que pudieran detectar moléculas individuales. 

En el experimento, un grupo evaporaba los enlaces individuales de la cadena y los obligaba a condensarse en las superficies. Sin embargo, las películas de polímero no se materializaron como se esperaba y, en lugar de recubrirlas sobre los cristales, los enlaces se deslizaron en el fluido y se conectaron entre sí. 

“Un cristal líquido es un fluido relativamente desordenado, pero puede moldear la formación de nanofibras con longitudes y diámetros notablemente bien definidos”, dijo Nicholas Abbott, profesor de ingeniería química en Madison durante el experimento. 

Como resultado, los investigadores descubrieron un nuevo método para hacer matrices de nanofibras, y consideran que podría llevar a desarrollar recubrimientos que imiten a algunos de “los superpoderes que se encuentran en la naturaleza”, como la forma en que el cabello de un oso polar deja entrar la luz mientras aísla el calor; como las hojas de loto que repelen el agua, al igual que los pies pegajosos de los lagartos gecko. 

“Fundamentalmente, ésta es una forma diferente por completo de hacer matrices de nanofibras”, dijo Joerg Lahann, profesor de ingeniería química en la Universidad de Michigan y autor del estudio que apareció en Science

Con información de la Universidad de Michigan.