Pintura Industrial Tresoldi: un abanico de colores para cada aplicación

Gerardo Flores tuvo que volverse trilingüe para poder hablar con su jefe, el italiano Vittorio Tresoldi, quien en 1989 fundó en la ciudad de Solza, Italia, la firma Vitre Verniciatura Industriale Tresoldi que dio origen a Pintura Industrial Tresoldi (PIT) en México.

Si bien la historia de PIT en México inició apenas hace seis años, son muchos los logros que ha podido cosechar en este tiempo. “Llegamos a México prácticamente de la mano de nuestro principal cliente, Brembo, que fabrica los discos de frenado conocidos como ‘calipers’, y por eso estamos localizados al lado de su planta en General Escobedo, Monterrey”, comenta Flores en entrevista para Products Finishing México.

Formado como administrador, este profesional asumió hace tres años el reto de hacerse cargo de la dirección de PIT, luego de que la primera persona que estuvo a cargo de la planta decidió separarse de la empresa.

Los planes iniciales para la planta de PIT eran modestos, recuerda Flores, pero los últimos dos años de pandemia el incremento en la demanda los obligó a crecer su producción de una forma que no imaginaron. “El arranque en 2016 lo hicimos literalmente con un contrato de cinco años con Brembo. Se contemplaba pintar alrededor de 10,000 unidades por semana con no más de diez empleados operativos y solo cinco colores. Actualmente pintamos cerca de 35,000 unidades semanales, manejamos 25 colores desarrollados por parte la compañía y nuestra plantilla oscila, en promedio, entre 150 y 170 empleados”.

La energía del equipo de PIT se dedica a pintar los calipers que se ensamblan en autos de gama alta para marcas como BMW, Tesla, General Motors, Mercedes Benz, por mencionar algunas. “Prácticamente nuestro trabajo va de la mano del diseñador, que concibió en su mente cómo quiere que se vea el caliper, en qué color exactamente lo quiere y nosotros lo desarrollamos con los proveedores que tenemos. El color se somete a un concurso que al final los clientes escogen, pero nosotros nos encargamos de aplicarlo, de ahí la importancia de la cantidad de colores que hemos desarrollado actualmente”, explica Flores.

Y, aunque Brembo ocupa la mayor parte de las horas de trabajo del personal de PIT, esta firma ha tenido también la oportunidad de hacer proyectos especiales para clientes como, John Deer y Caterpillar que elaboran equipo y máquinas para agricultura.

Los secretos detrás del color

Para lograr la aplicación adecuada de cada color, PIT cuenta con una línea de pintado híbrida, diseñada por el mismo Vittorio Tresoldi, en la que es posible aplicar tanto pintura líquida como en polvo. “El dueño la diseñó buscando replicar lo que hizo en la matriz. Le hizo mejoras a su diseño cuando abrió la planta en Rumanía, y cuando abrió México le volvió a hacer mejoras. Así lo ha hecho siempre, y a mí me gusta mucho decir que se trata de un diseño único, basado en su experiencia en el mercado. Y Vittorio lo dice: Yo soy pintor, no soy director ni gerente. Soy pintor y eso lo que está en mi sangre”.

Cada nuevo producto por pintar demanda una serie de herramientas distintas para logar la ejecución adecuada, comenta Flores. “Por ejemplo, los ganchos se diseñan dependiendo del modelo que se vaya a producir. No todos son iguales. El tooling que manejamos es muy diverso porque nuestra productividad se basa en la cantidad de piezas que podamos pintar en una sola tanda. Mientras más se puedan colocar, más recubrimiento le podremos dar con los robots y vamos a producir más. Por eso nuestro equipo de producción hacen su planeación desde el diseño del tooling para cada caliper, considerando cuántas piezas podemos llegar a acomodar”, apunta Flores y dice que ocurre lo mismo con el enmascarado de las piezas, el cual se diseña también a la medida de cada modelo que deban pintar.

Después de que los calipers han sido pintados, pasan a un área de descarga y de desenmascarado donde el personal de PIT remueve todas las protecciones que colocaron en un inicio para proteger las zonas de la pieza que deben preservarse sin pintura. Posteriormente, las piezas pueden pasar al área de tampografía en donde hay tres máquinas, también de origen italiano, las cuales estampan el logo de la armadora que lo haya requerido. “Podemos imprimir desde un solo color hasta seis colores al mismo tiempo”, explica Flores.

En la visita que hicimos a la planta de PIT pudimos observar la variedad diseños de calipers y la diversidad de tonos con que se pintan estas piezas que resultan sumamente atractivas para los clientes que buscan adquirir un auto premium con elementos distintivos. “Pintamos líneas de productos que van a los segmentos altos del mercado. Puede decirse que es la vanidad del color y afirmar que tu coche deportivo te llega con un tono especial y con el logo, además de que tiene la misma funcionalidad, porque traer un freno de la marca Brembo es sinónimo de seguridad”, advierte Flores.

El directivo comenta que, si bien el color no agrega funcionalidad a los calipers, sí ayuda mucho a la hora de vender los autos. “Te puedo platicar un caso que conocemos porque pintamos los discos de Corvette, que son carros de 2.5 millones de pesos más o menos, y los puedes personalizar desde el caliper. ¡Imagínate! Al final, nosotros obedecemos a una demanda o un forecast que nos envía nuestro cliente, pero al comprador le dan las opciones de colores para seleccionar”.

De igual forma, el directivo observa que, con la actual escasez de autos nuevos, las agencias automotrices han acudido a la estrategia de vender “paquetes deportivos” que incrementan el costo total del coche, “pero a pesar de ello, la gente dice: ‘dámelo’, con tal de no esperar más”, comenta.

Acciones locales, estrategias globales

Grupo Vitre, al que pertenece PIT, está formado por cuatro compañías y cinco plantas localizadas en cuatro países. “La empresa que arrancó todo es Verniciatura Industriale Tresoldi y es nuestra matriz. Fue fundada en 1989 por Vittorio en la ciudad de Solza, en la región de Bérgamo, Italia, que está prácticamente a una hora de Milán”, apunta Flores.

Vittorio Tresoldi ha presidido la compañía desde entonces y ha liderado su crecimiento y la expansión internacional, misma que inició en 2006 con la apertura de una segunda empresa enfocada también en la pintura industrial en la ciudad de Oradea, Rumania. En 2016 se abrió la planta en México, y en 2020 una joint venture hizo posible la creación de una cuarta instalación en Changzhou, China. Finalmente, en 2021 el grupo festejó la apertura de una segunda planta en Rumania, en la ciudad de Cluj, a 200 kilómetros de Ucrania.

“La gama de artículos que pintamos aquí en Monterrey, replica lo que se hace en otras compañías que son parte del grupo. Las cuatro empresas, por ejemplo, trabajamos con Brembo para diferentes segmentos y también tenemos otros clientes a nivel mundial”, detalla Flores, quien añade que las empresas del grupo han trabajado también para la industria de la agricultura y de electrodomésticos.

“En Rumania, por ejemplo, la planta de Cluj está enfocada directamente con Delonghi, que hace cafeteras. A la gente Delonghi le gustó mucho la sinergia que se tenía con Brembo de destinarle prácticamente una línea para su producción y con esa idea se abrió una planta cerca del cliente”, afirma Flores.

Para él, una de las ventajas que ofrece trabajar con una agrupación internacional es hacer sinergia con los profesionales de otros países, intercambiar conocimiento y mejores prácticas sobre los procesos de pintura. “Compartimos mucha información de proceso con nuestros pares de los demás países para decirles cómo aplicamos en ciertos productos, porque hacemos un benchmarking entre las cuatro compañías y nosotros tenemos ciertos procesos mejor dominados que las demás. Lo padre de esto es que tienes cuatro formas de pensar totalmente diferentes y esto ayuda a crear el know how”.

Un contraste interesante es que, a pesar de tratarse de un grupo prácticamente global, las empresas de Grupo Vitre mantienen rasgos de la empresa familiar original. “Nuestro presidente es el dueño y las dos vicepresidencias están ocupadas por sus hermanos, Gianni y Diego, además de que también su hija, Laura Tresoldi, está involucrada en el negocio, entonces para ellos es fundamental toda la parte de cercanía con las personas, con los clientes, e incluso con los proveedores”, apunta Flores.

En su experiencia, lo que distingue a PIT de muchas otras empresas de pintura que hay en el mercado es su combinación entre un trato personal cercano y una trayectoria probada en el ámbito industrial. “Empresas de pintado hay en todo Nuevo León, pero yo tengo que diferenciarme en algo y eso es la calidad y la pulcritud de mi servicio. Eso es lo que tratamos de ofrecer, ese expertise, porque aparte en Italia, al ser totalmente artesanal, se han pintado otro tipo de piezas de coches como Ferrari, Lamborghi y Maserati”.

Para garantizar que la calidad que ofrecen a sus clientes se encuentra dentro de los estándares de la industria, PIT cuenta con la certificación ISO 9001:2015 y la Workplace Conditions Assessment (WCA) que exige Brembo a sus proveedores.

Un equipo formado por jóvenes

Aunque PIT cuenta con la tecnología necesaria, el equipo de diseño y los proveedores que requiere para lograr los colores y matices que demandan sus clientes, el corazón de su operación se encuentra en el talento humano con que cuenta. “Tenemos una plantilla muy joven, demasiado joven —comenta Flores—. Nuestro gerente de planta tiene varios años de experiencia, pero prácticamente el promedio de edad en esta empresa ronda entre los 32 hasta los 21 años”.

El día de nuestra visita coincidió con el cambio de turno de la mañana a la tarde, y pudimos constatar que, en efecto, tanto en los puestos gerenciales como en el piso de producción, la mayor parte de las personas que colaboran con PIT son jóvenes.

Flores explica que uno de sus principales retos con el incremento en la demanda es la rotación de personal que es característica en las zonas industriales de Monterrey. “Al inicio de la pandemia fue muy sencillo reclutar porque por muchas empresas tuvieron problemas y dejaron ir gente; pero a partir de que se anunció el famoso semáforo verde, ahí comenzamos a batallar. El reclutamiento ha sido muy difícil y hay épocas como en diciembre, donde la gente se va y no regresa. Muchos vienen de fuera porque los sueldos son muy competitivos aquí”.

La estrategia que ha seguido PIT para garantizar su operación ha sido asegurar la continuidad en los puestos clave. “Hemos buscado que nuestras posiciones de supervisión y el líder en cada estación sean personas radicadas en la ciudad para no perder a quien va a capacitar a los demás. También ponemos atención a las prestaciones, beneficios, apoyos, permisos. Tratamos de hacer todo a conciencia y tener algo de flexibilidad para ellos como empleados. Eso viene desde Italia, porque sabemos que puede pasar cualquier cosa, pero no debemos afectar a los trabajadores”, comenta Flores.

Para el director de la planta mexicana un aspecto importante de su rutina es pasar tiempo en el piso de producción e interactuar con la gente porque “el hecho de que las personas nos ubiquen y tengan comunicación con nosotros, les da pie a que haya apertura para decirnos si tienen un problema o requieren algo. Esa confianza es muy importante, y no sentir que las posiciones de alta gerencia son intocables, sino que todos somos parte del proceso”.

A diferencia de muchos directivos, Flores percibe su trabajo casi como un servicio. “Nosotros tenemos el compromiso de crear no nada más ingenieros o administradores, sino ciudadanos que conozcan que cómo se maneja una industria, cómo se trabaja en una empresa de la forma más profesional y transparente posible. Aparte de coordinar la empresa y a mis gerentes, mi trabajo es facilitarles a todos la vida dentro de la compañía”, afirma.

El futuro es promisorio

En los últimos años, tanto el equipo de PIT como la directiva de Grupo Vitre han detectado oportunidades de negocio que la planta de México podría capitalizar, razón por la cual la empresa adquirió un terreno de 10,000 metros cuadrados en Ciénega de Flores para construir un nuevo espacio de producción en el que podrán trabajar nuevos proyectos para clientes distintos a Brembo, al tiempo que mantienen la producción con el cliente que les abrió las puertas en México.

“Por ahora estamos construyendo un área de 5,000 metros cuadrados con la intención de crecer, tener otros clientes y consolidar nuevos proyectos”, comenta Flores, quien ha tenido acercamientos con algunos prospectos para darles a conocer las nuevas instalaciones que están construyendo. “Vemos que hay una oportunidad de negocio muy grande y que podemos incluso llegar a nuevos mercados en Estados Unidos, porque estamos prácticamente a tiro de piedra de la frontera con Laredo, y más aún porque en el mercado americano el tema del pintado es caro, entonces, podemos competir a buen precio con la apertura de esta nueva locación”.

La visión de mediano plazo del director de PIT es que su planta sea la que cuenta con mejor calidad y la que más vende dentro de todo Grupo Vitre. “Esa es la única forma en que puedo decir que México trabaja mejor que Europa o que China, y demostrar que somos tan capaces como ellos o como los mismos rumanos, y que hay gente muy valiosa, inteligente y preparada en este país”.