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Por qué cambia la temperatura entre el sistema de circulación de líquidos y el punto de aplicación

Mike Bonner, de Saint Clair Systems, comenta que se requiere un sistema de control especializado para eliminar los cambios de temperatura entre un sistema de circulación de líquido y el punto de aplicación.

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Pregunta: ¿Por qué el cambio de temperatura entre mi sistema de circulación y el punto de aplicación?

Respuesta: ¡El taller de pintura moderno es un laberinto de tuberías y conductos que llevan pintura por todas partes! Algunos de estos sistemas de circulación tienen incluso sistemas de control de temperatura diseñados para garantizar que la temperatura de la pintura se controle a medida que ésta circula. Entonces, ¿por qué la temperatura de la pintura sigue siendo un problema?

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Mientras la pintura circule en el sistema, aunque pueda estar expuesta a presión, corte y fricción, está relativamente a salvo. Y cada vez que pasa a través del intercambiador de calor —en cada vuelta a través del sistema— regresa a la temperatura del punto de configuración, por lo que es relativamente estable. En consecuencia, tiene sentido que debiera ser estable cuando se aplica, ¿verdad?

Hemos trabajado con muchos de estos sistemas y realizado muchas mediciones en el punto de aplicación y, como resultado, esto rara vez ocurre. De hecho, este gráfico de un importante fabricante de automóviles con un sistema de control de temperatura en el circuito muestra una variación de 13 °F en el punto de aplicación entre apenas cinco días de diferencia, a mediados de mayo.

Entonces, ¿cómo puede ocurrir esto? El problema es que, para llegar a una pieza, la pintura tiene que dejar la seguridad del sistema de circulación y viajar a una pistola o campana para ser repartida. Ahí es donde comienza la diversión.

Para llegar a una pieza, la pintura tiene que dejar la seguridad del sistema de circulación y viajar a una pistola o campana para ser repartida. ¡Ahí es donde comienza la diversión!

Cuando la pintura sale del sistema de circulación, viaja a través de conductos progresivamente más pequeños hasta llegar a la pistola o la campana. Habrá reguladores de presión, medidores de flujo y cambiadores de color en el camino. A lo largo del recorrido, el volumen de pintura se hace más pequeño y está en contacto con más y más área de superficie. Puede ser acero inoxidable, teflón, nylon o cualquiera de una gran cantidad de otros materiales. Y la pintura puede disminuir su velocidad. En algunos casos, puede detenerse por completo por periodos de tiempo. Estas son condiciones perfectas para el intercambio de temperatura. De hecho, el principio detrás de una carcasa y un tubo de intercambiador de calor es reducir el volumen, aumentar el área de contacto de la superficie y extender el tiempo de contacto (permanencia) al reducir temporalmente la velocidad, todo dividiendo el flujo de pintura en un grupo de tubos más pequeños.

La ruta hacia la cabina puede ser hacia abajo, desde el nivel de estructura superior, donde hace mucho calor; o puede ser hacia arriba, desde la parte baja o un foso, donde hace frío. Independientemente de donde venga, en su camino hacia la cabina, está expuesto a un ambiente en constante cambio. Cambiando de día a noche y de temporada a temporada, aquí es donde el cambio de temperatura se vuelve consistentemente variable y totalmente impredecible.

El aislamiento es una herramienta que ralentiza el cambio de temperatura, mas no lo detiene.

“Pero mi tubería está aislada”. Escuchamos esto con frecuencia, y aislar es algo bueno. Pero la realidad es que el aislamiento es una herramienta que ralentiza el cambio de temperatura, mas no lo detiene. Por esto, aislar su casa en invierno no lo eximirá de la necesidad de instalar un sistema de calefacción. Además, generalmente sólo aislamos las líneas de suministro —aparentemente para ahorrar costos— y el sistema de circulación. Generalmente ignoramos las caídas y todos los innumerables componentes entre el sistema de circulación y el punto de suministro. Es comprensible, dado el nivel de complejidad involucrado en aislar las marañas, curvas y dispositivos en el camino. Sin embargo, como ya hemos señalado, aquí es donde tiene lugar la mayor parte del cambio de temperatura.

Los sistemas de control de temperatura centralizados, diseñados para proteger y controlar la pintura a medida que fluye a través del sistema de circulación, son ampliamente utilizados y pueden ser una herramienta muy importante en el control general del proceso. Pero están mal equipados para abordar las variaciones en el punto de aplicación, donde tiene lugar la creación de un acabado uniforme y de alta calidad. Para eso, se requiere un sistema de control especializado que pueda eliminar las variaciones que se introducen entre nuestro sistema de circulación cuidadosamente controlado y nuestro aplicador.

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Mike Bonner es Vicepresidente de Ingeniería y Tecnología en Saint Clair Systems.
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