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El recubrimiento con polvo les ofrece a los proveedores de acabados alta calidad y durabilidad de estos para una innumerable variedad de productos, junto con los beneficios adicionales de mejoramiento de la eficiencia y cumplimiento máximo de las regulaciones ambientales.

Mientras que no hay duda acerca de las ventajas que ofrecen los recubrimientos con polvo, existen algunas inquie­tudes por responder cuando se está decidiendo qué tipo de operación de recubrimiento con polvo es la adecuada. En el ambiente actual de eficiencia productiva, la inactividad puede ser costosa. Es por esto por lo que una de las grandes preguntas para responder es si se recupera el polvo o si se atomiza desperdiciándolo.

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La atomización con desperdicio pareciera contradecir uno de principales beneficios del recubrimiento con polvo, esto es, la posibilidad de recuperar y reutilizar el recubrimiento sobreatomizado. Sin embargo, dependiendo de la situación, esto podría llegar a ser en realidad más rentable. Algunas compañías han desarrollado varias herramientas de modelado por computadora, para ayudar a evaluar diversas opciones y variables para tener en cuenta en la toma de la decisión. A continuación, podrá encontrar ejemplos de diferentes escenarios que demuestran las diferencias de costos entre cambios de color tradicionales, cambios de color rápidos y atomización con desperdicio con color por demanda.

La tecnología cambia el panorama

Simultáneas con los avances tecnológicos hechos en recubri­mientos con polvo, existen nuevas e innovadoras formas de aplicar el polvo, así como mejoras en la eficiencia de su aplicación. Durante un tiempo, las opciones de recubrimiento con polvo han oscilado desde sistemas manuales por lotes pequeños hasta sistemas multicabina completamente automatizados y sistemas de cambio rápido de color de roll-on y roll-off.

La tecnología actual elimina la necesidad de cabinas de polvo adicionales y de módulos de color para cada color ato­­mizado. Esto ahorra espacio, energía e inversión de capital, a la vez que brinda flexibilidad para atomizar cualquier color sin comprar nuevos equipos. Estas tecnologías también proveen cambios de color para cambios de color en tan solo 5-10 minutos con sistemas de recuperación de polvo y 20 segundos en sistemas sin recuperación. 

Los cambios de color de menos de 20 segundos no eran ni siquiera una opción hace unos pocos años, pero la nueva tecnología permite cambiar el color en el camino con agilidad casi instantánea. También existen nuevas pistolas de espray, las cuales ofrecen una entrega de polvo de “fase densa” que puede lograr más de 70% de eficiencia en la transferencia del primer paso. Esto no solamente brinda excelente cobertura del polvo para partes difíciles, sino que también reduce drásticamente la cantidad de polvo usado y desperdiciado.

Al igual que las cocinas de pintura líquida, una serie de manifolds de sumi­nistro de polvo que alimentan un colector único hacen que el cambio de color casi instantáneo sea una realidad. Esta capacidad también estrecha considerablemente la brecha entre suministro y no suministro. Al mismo tiempo, las capacidades de fabricación del polvo han evolucionado de modo que, incluso, puede haber una selección más amplia de recubri­mientos en polvo a bajo precio que influya en la decisión.

Reciclar o no reciclar

Decidir si se recicla o no el polvo, es en realidad un juego de números –calcular costos de mano de obra y materiales, así como los costos de inactividad–. En una operación de eficiencia productiva, el costo del tiempo muerto podría llegar a pesar más que los de mano de obra y materiales.

Dejando a un lado el presupuesto para capital de equipos, aquí se encuentran algunos factores comunes que podrían –y deberían– tenerse en cuenta en la decisión:

•¿Cuántos cambios de color (por hora, turno, día) se deben hacer?

•¿Qué tan rápido se pueden hacer los cambios de color?

•¿Cuánta mano de obra está disponible para el cambio
de color?

•¿Cuál es el costo de mano de obra?

•¿Qué tan cerca de su capacidad está la línea?

•¿Cuánta producción (beneficio sobre bienes) se pierde durante el tiempo muerto?

•¿Qué tan costoso es mi polvo?

•¿Cuánta capacidad tengo para poner en lotes?

•¿Cuál es mi costo de línea cargada por hora?

Después de esto, usted debe asociar las respuestas a estas preguntas con algunas soluciones potenciales. Si bien hay muchos modelos y opciones a seleccionar, los sistemas con polvo tienden a caer dentro de algunas categorías amplias de equipos de polvo.

Sistemas de cambio de color de alto volumen. Estos han sido los caballos de batalla tradicionales de las plantas de producción de alto volumen que ejecutan unos pocos colores de gran tirada, y cuando es posible mezclar partes en una producción más larga, se ejecuta en un solo color.

Estas instalaciones son excelentes para reclamar un alto porcentaje de los recubrimientos con polvo, alcanzando una eficiencia general del sistema de 98.5%. Con frecuencia, estas grandes cabinas requieren entre 30 y 45 minutos para un cambio típico de color. Este grupo también incluye diseños roll-on y roll-off de cabinas múltiples. 

Sistemas de cambio de color rápido. Durante los últimos cinco años, diversos sistemas de cambio de color se han vuelto populares. El número de cambios de color se han reducido al rango de 5 a 10 minutos, empleando tecnología de ciclones, centros de alimentación automatizada y nuevos materiales de cabina compuestos, más fáciles de limpiar. También se han desarrollado cabinas de autolimpieza, en la cuales las paredes y los pisos son soplados automáticamente para remover el polvo sobreatomizado. Estos sistemas de ciclones son popu­lares en plantas en las que se requie­ren varios cambios de color por turno. La recuperación de altos porcentajes de recu­­brimientos en polvo conduce a una elevada eficiencia del sistema de hasta 95%.

Los sistemas de producción limpia (color por demanda). Los desarrollos más recientes en polvos son sistemas en los que no sería posible o económicamente justificable recuperar los recubrimientos en polvo. Si el costo de mano de obra es alto y el costo del polvo es bajo, y si hay cambios frecuentes, entonces rociar a derroche podría ser la decisión más razonable.

Desarrollos tales como la entrega de polvo en fase densa han proporcionado suficiente impulso en la eficiencia de transfe­rencia de primer paso que la brecha de costo de reclamo y la pulverización a derroche se ha reducido consi­derablemente. Un arma adicional en el arsenal del cambio de color es la reciente capacidad de cambiar colores automáticamente en 20 segundos, o menos, en una celda de producción limpia. Esta capacidad de cambio super-rápido de color les permite a las pistolas y a las mangueras ser purgadas rápida­mente para un segundo color.

Las herramientas de modelado por computadora pueden ser usadas para probar parámetros clave, como lo es el tiempo perdido de producción. Mientras los supervisores de planta y los operarios se enfoquen en factores como la eficiencia de transferencia, el manejo podría observar el mayor impacto del cambio de color como pérdida de tiempo de producción. Esto es especialmente cierto en plantas donde el valor de los bienes vendidos es muy alto y la planta está operando a una elevada utilización de su capacidad.

Maximizando el tiempo de actividad

El valor de la producción perdida puede inclinar rápidamente la balanza a favor de cualquier aproximación que maximice el “tiempo de actividad” productivo de la línea de pintura –dejando atrás rápidamente factores como costos de mano de obra y ahorro de polvo–.

Entonces, la pre­­gunta ya no sería si el recubrimiento en polvo con cambio rápido de color es adecuado para, sino cuál opción es la correcta para. Hoy en día, están disponibles todas las herramientas adecuadas para tomar buenas decisiones. Existen más opciones y herramientas tecnológicas para comparar cada opción contra cualquier conjunto de requerimientos. Teniendo tanta variedad de recubrimientos en polvo, las posibilidades con estos son enormes, a medida que la tecnología continúa evolucionando. 

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