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Trabajar en la planta de Certus, en Querétaro, debe ser un sueño hecho realidad para los amantes de la automatización, ya que, si algo distingue a estas instalaciones, es el alto nivel tecnológico de sus líneas de inyección de plásticos y de cromado, las cuales están monitoreadas por un software que permite conocer, en todo momento, qué piezas se están inyectando o recubriendo, y el lugar exacto en que se encuentran.

“Tenemos una línea automática y programable. Cada barra tiene su receta, cada producto entra a la hora que tiene que entrar y con la receta que le corresponde; tenemos un software que analiza el químico de cada uno de los tanques, contamos con el sistema AMT que coordina cada una de las barras y tenemos un reporte de las estaciones de carga y descarga, inyección, etc., así nos damos cuenta, en tiempo real, de lo que podría estar bien o mal”, explica Juan Roitman, gerente de Desarrollo de Nuevos Negocios.

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La tecnología de punta y la estrecha coordinación entre los departamentos es motivo de orgullo para los colaboradores de Certus, quienes en menos de tres años echaron a andar una planta con las mejores prácticas de fabricación a nivel mundial. “Lleva años poder replicar la calidad, pero en tres años esta planta ha desarrollado sistemas prácticamente de la nada y hoy estamos totalmente automatizados y controlando lo que podemos controlar”, dice Roitman.

Certus es una empresa de origen canadiense, fundada en 2012, que inició con tres inversiones conjuntas en China, las cuales desarrollan tanto los herramentales para inyección de plásticos como el proceso de cromado. Las oficinas centrales de Certus están en Toronto y tiene un Centro Técnico en Michigan. En 2015, la empresa decidió invertir alrededor de 30 mdd en una planta en México que abrió operaciones el 4 de mayo de 2017, con la presencia del gobernador del estado Francisco Domínguez Servién.

La ubicación estratégica de Querétaro y su cercanía con las principales OEMs de Puebla, Silao, Aguascalientes, San Luis Potosí, e incluso Cuatitlán y otras zonas industriales como Salamanca y Guadalajara, favorecieron la elección de este estado, ya que, como dice Roitman, están “literalmente rodeados de grandes empresas”.

La planta de Certus en Querétaro provee piezas de plástico cromadas a OEMs como General Motors, Honda, Ford, Nissan, Toyota, Mercedes Benz, BMW, Porsche, Tesla y FIAT.

La especialidad de Certus es producir piezas de plástico cromadas para las grandes armadoras de la industria automotriz. “Ofrecemos una solución decorativa diseñada que aumenta la calidad del producto y reduce la complejidad, al tiempo que reduce los costos totales de la empresa”, se lee en su página web.

Entre los clientes a los que sirve esta empresa están OEMs como General Motors, Honda, Ford, Nissan, Toyota, Mercedes Benz, BMW, Porsche, Tesla, FIAT, así como las Tiers 1 Continental, Grupo Antolin, SMP, Moriroku, por mencionar algunas.

Certus es capaz de producir más de 30 tonos de acabados distintos que van desde los brillantes hasta los mates, pasando por los satines, además de múltiples colores desarrollados a la medida para sus clientes, los cuales recubren piezas que se ensamblan tanto en el interior como en el exterior de los automóviles.

La apuesta inicial de Certus fue generar 350 empleos directos en Querétaro, pero en la actualidad suman ya 450 las personas que trabajan en esta planta, cifra que los ubica como un empleador de mediano rango en la zona, porque “cada vez hay menos compañías de aquellas que tenían 2 o 3 mil personas, ya que las compañías subdividen sus procesos para tener plantas más manejables”, explica Alejandra Cordero, gerente de Recursos Humanos de la empresa.

Otro motivo de orgullo de esta planta es que 350 de sus trabajadores provienen de las comunidades aledañas al Aerotech Industrial Park, a unos pasos del Aeropuerto Internacional de Querétaro. “Muchos de nuestros empleados son gente que vive en pequeñas comunidades, no en la zona metropolitana, por lo que también somos una fuente de empleo para ellos”, subraya Cordero.

“Dependemos de la gente”

La gran paradoja de Certus es que, a pesar del alto nivel de tecnificación que hay detrás de cada pieza que produce, sus operaciones dependen, en última instancia, de la inspección física que realizan las y los inspectores (en su mayoría mujeres), pues mediante ella se descartan las piezas que no cumplen con las especificaciones de los clientes, y se lleva un registro minucioso de los principales defectos para no repetirlos y lograr la mejora continua.

“A pesar del alto nivel de automatización y control, nuestro proceso todavía depende de la gente por el tema de la apariencia, que en la industria de acabados es muy demandante”.

Esto ha dado como resultado que una proporción importante de los trabajadores de Certus (70%) esté compuesta por inspectoras de producto, quienes se encargan de verificar, una a una, las piezas que salen de las máquinas de inyección, así como las que han sido cromadas. La principal misión de este pequeño ejército de ojos, cerebros y manos es centrar su atención en la superficie de las piezas para verificar que estén libres de defectos, y así entregar entre 100 y 120 mil piezas al día.

“A pesar del alto nivel de automatización y control, nuestro proceso todavía depende de la gente por el tema de la apariencia, que en la industria de acabados es muy demandante. Nuestra gente ha estado entrenándose y cada vez tiene más conocimiento de lo que está haciendo, pero dependemos realmente de su criterio de selección, por lo que queremos tener a las personas cien por ciento certificadas y que se conviertan en expertas en lo que está realizando”, explica Sergio Alfaro, gerente general de la planta.

Para Roitman, el desafío de la operación de Certus se resume precisamente en “esta combinación de artesanía versus técnica”, ya que “dependemos de sus ojos, de su entrenamiento y de la sensibilidad que tengan los supervisores al estar viendo una pieza conforme a los criterios de los clientes”.

Otra sección de la planta donde también se observa la preeminencia de las habilidades visuales y manuales es en el acomodo de las piezas en los racks, durante el cual cada trabajador debe asegurarse que todas y cada una de las piezas que van a ser cromadas quedan bien unidas a los contactos antes de entrar al proceso.

Asimismo, en la recién estrenada estación de mantenimiento de racks se realizan pruebas de conductividad o de chispa (para verificar que en todos los contactos pase la misma cantidad de corriente), pruebas de tensión en los contactos (para que las piezas no se caigan durante el cromado), y se verifica el buen estado del Plastisol que protege toda la superficie de los racks.

Ventajas tecnológicas

La otra cara de la moneda en Certus, está compuesta por toda la tecnología que la empresa ha instalado para lograr las mejores piezas, pues además de la automatización de las líneas de inyección de plástico y cromado, la empresa cuenta con tres laboratorios propios: uno de metrología, otro de pruebas físicas y otro más dedicado a las pruebas químicas.

Como ocurre en el resto de la planta, estos laboratorios están equipados con tecnología de punta. El de metrología, por ejemplo, tiene una gran máquina de coordenadas que mide dimensionalmente los procesos y se asegura de que los cheking fixtures de las líneas de producción funcionen correctamente, y cuenta también con una máquina universal para hacer pruebas de desprendimiento de la capa de cromo.

Una ventaja más de Certus Querétaro es el apoyo técnico que puede obtener de otras instalaciones de la empresa en China y los Estados Unidos.

El laboratorio de pruebas físicas se encarga de liberar los productos mediante pruebas de estrés, así como liberar las líneas de cromado a través de la medición de espesores, el conteo de poros y la auditoría del producto terminado, entre otras pruebas. Para hacer este trabajo cuenta con dos cámaras salinas para piezas de distintos tamaños, así como con una cámara climática con control de humedad.

Una ventaja más de Certus Querétaro es el apoyo técnico que puede obtener de otras instalaciones de la empresa en China y los Estados Unidos. “Tenemos una estructura como de espejo, de forma que lo mejor de nuestro know how se ve reflejado de manera local, con apoyo de nuestro Centro Técnico en los Estados Unidos, cosa que no todo mundo puede ofrecer”, comenta Roitman.

Los retos que se avecinan

Aunque el equipo de Certus está satisfecho con lo logrado hasta el momento, también está consciente de que en México ha estado creciendo la competencia en el área del plating on plastics (POP), razón por la cual tiene bien identificados sus retos a mediano plazo.

“Hay competencia que está por venir o ya vino y está por consolidarse, entonces tenemos nuestro diferenciador”, comenta Roitman. “En el estado de Querétaro somos los únicos que hacemos este proceso y en los estados aledaños hay empresas que hacen lo mismo, sin embargo, cada quien tiene su especialidad”, señala el ejecutivo.

La especialidad de Certus consiste en un equipo de inyección de piezas de doble disparo y la tecnología para cromar esas piezas, lo que permite “mucha versatilidad en el acabado y en el diseño de la pieza, porque te ayuda a no tener ensambles, a no tener otro molde”. Por ello, Certus busca acercarse a sus clientes a través de las OEM o los Tiers para “trabajar tempranamente con ellos y hacer el diseño óptimo de la pieza para el cromado, y así hablamos el mismo idioma, tenemos una misma filosofía y un mayor control sobre el producto”, afirma Roitman.

Por su parte, Alfaro tiene como propósito para 2020 hacer más productiva la planta: “reducir el scrap, reducir el desperdicio en general, hacer nuestros procesos más productivos para que los resultados de las primeras piezas que corramos sean buenos, que no tengamos ningún retrabajo, que la calidad de nuestras piezas se la que el cliente está pidiendo. Este año acabamos de recibir el certificado IATF, y eso también es un compromiso con los clientes”.

Certus busca acercarse a sus clientes a través de las OEM o los Tiers paratrabajar tempranamente con ellos y hacer el diseño óptimo de la pieza para el cromado.

“La planta tiene capacidad para correr hasta 16 barras por hora, y hoy en día estamos a 12 barras, pero para llegar a 16 necesitamos algo de inversión y hacer varios ajustes en la línea, y ése es uno más de nuestros retos”, agrega.

En el mediano plazo, cabe la posibilidad de que Certus decida expandirse porque el mercado te llama a ser versátil, y a futuro se tiene pensado contar con una planta que pueda hacer piezas de menor tamaño. Vamos a penas en el tercer año de operación, pero el mercado empuja a pensar en ese tipo de partes”, concluye Roitman.

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