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Cómo auditar un sistema de pintura líquida

Pregunta: Los ajustes en nuestro sistema de pintura han cambiado con el paso del tiempo. ¿Con qué frecuencia deberíamos auditarlo, y qué deberíamos revisar?

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Respuesta: La mayoría de los clientes desean obtener partes con un acabado de alta calidad, listas para entregar a sus respectivos clientes. Un incremento del 10 al 15 por ciento en el uso de recubrimiento es ignorado con frecuencia, en cuanto que podría ser considerado como una cantidad muy pequeña.

Tenga en cuenta los requerimientos de formación de capa, por ejemplo: si el requerimiento de nivel de calidad es de 1.0 mil (25.4 micrones), resulta muy difícil ver la capa crecer a 1.1 mils, esto es un incremento de 0.1 mil (2.54 micrones). El acabado se sigue viendo bien, el desperdicio está bajo control y los productos se despacharán.

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Sin embargo, si su costo anual de recubrimiento es de 50,000 dólares, esto significa que estaría tirando a la basura 5,000 dólares cada año. He visto a un usuario a gran escala con un presupuesto de pintura de un millón de dólares y, aún con un sobre espesor de capa de 0.1 mil, la pintura desperdiciada es ciertamente un concepto relevante –más de 100,000 dólares–.

Si las presiones de atomización del aire son 10% más elevadas, usted no lo notará; si el voltaje electrostático baja 10%, muy probablemente tampoco verá esto. ¿Y qué decir del flujo de aire en la cabina? Si este es apenas 10% mayor, solamente en la zona de aplicación, usted no verá esto, pero la pintura desperdiciada dentro de la cabina de atomi­zación será 10% más que la normal, y tampoco observará esto. Quizás la temporización del equipo automatizado esté apenas 10% mayor de lo que debería ser. O quizás existe una pulsación en el sistema de suministro del recubrimiento, la cual generaría ese 10% de sobre acumulación. Usted tampoco verá nada de esto. En la manufactura hay tantos pequeños detalles que son pasados por alto cada día. 

El trabajo de un fabricante es sacar las partes al exterior oportunamente, y sólo 10% de error puede ser bastante costoso. Prácticamente, cada planta que visito experimenta esa pequeña franja que no necesa­riamente es perceptible, que afecta drásticamente las utilidades finales. Únicamente mediante una auditoría bien organizada se pueden hallar estos pequeños –pero costosos– problemas.

Yo recomiendo las auditorías anuales, y no quiero decir que éstas sean una simple revisión de entrada por salida al sistema. Una auditoría necesita encontrar los proble­­mas, las causas de los mismos y sus soluciones. Y hacer esto de manera correcta, toma tiempo. Generalmente, toma alrededor de tres días encontrar los problemas, desarrollar planes de acciones correctivas y ayudar a implementar las nuevas acciones. Estas auditorías deben ser realizadas por una persona cuyo único objetivo sea encontrar los pequeños problemas a través de toda la línea. Los proveedores de filtros, de equipos de aplicación y de recubrimientos tienen otros objetivos y necesidades en sus auditorías.

Algunas acciones correctivas sencillas podrían incluir desde ajustar la distancia entre la punta del atomizador de pintura y el sustrato para eliminar la necesidad de agregar solvente reductor, de manera que la pintura se conserve húmeda hasta que recubra las partes. El uso de solventes reductores puede contribuir a pérdidas en general, puesto que dichos solventes son simplemente un vehículo para conducir el recubrimiento a la parte y son removidos durante el curado. La temperatura del horno también puede necesitar aumentarse para quemar esos solventes, adicionando así una capa más de desperdicio no detectado.

Las auditorías no cuestan dinero, pero pueden generar dólares y mejorar la calidad del producto. 

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